Asanas recomendadas para el colapso del músculo diafragmático

Nacho nos consulta sobre la posibilidad de hacer remitir sus frecuentes "colapsos" del músculo diafragmático, que no solo le produce una alteración gástrica sino que cuando sucede le limita tanto la respiración que le entra angustia.

Verdaderamente es muy aparatoso y doloroso. Y al quedar "colapsado" o "paralizado", en una especie de contractura, nos vemos mermados de la fuente más importante de motor respiratorio, ya que no nos entra ni sale bien el aire inspirado.. y además todos los órganos digestivos ven disminuído su potencial. Esto causa un "bucle" negativo en el comportamiento tanto de dicho músculo como de los sistemas, incluyendo el nervioso. Es decir, nos agitamos porque no podemos respirar bien, y esa misma agitación no nos permite lograr relajar dicho músculo. Así que necesitamos tomar la decisión más importante.. que es tranquilizarse. Aunque parezca una contradicción, debemos intentar relajarnos con una acción directa, y la acción más directa es la de la práctica de posturas y trabajos respiratorios adecuados.
Desde el punto de vista del Yoga Terapeútico, necesitamos crear espacio entre las costillas y el abdomen alto. Dos posturas muy recomendadas son.
Colocarse en pié, de frente a una pared, o armario ropero, da igual, con las piernas separadas la anchura de los hombros. Colocaremos las manos en la pared, respetando la misma anchura. Y debemos de intentar bajar el tronco hacia el suelo, completamente relajado hasta que el cuerpo tome una posición de ángulo. Entonces, el pecho y el vientre quedarán en dirección hacia el suelo, los hombros muy abiertos, y debemos respirar lentamente, buscando el espacio del plexo solar. Si al soltar el aire notamos tensión, lo haremos exhalando por la boca y a poder ser, relajando la mandíbula y dejando que salga en forma sonora.. algo asi como un AAAAAAAAAAHHHH!
Otra postura muy buena es la del Perro Cabeza Abajo Sencillo. Es decir, con las rodillas en el suelo, separadas la anchura de los hombros, El coxis y el trasero completamente hacia arriba, la frente posada en el suelo, y los brazos en apoyo y extensión completa en el suelo. Procurar que la zona lumbar esté lo más hundida. Y respirar como en la postura anterior.
ATENCIÓN A LAS ESPIRACIONES. Ahí es cuando la relajacion muscular se produce. No forzaremos las inspiraciónes. Ya irá poco a poco relajándose.
Para dar movilidad al aparato digestivo, nos podemos colocar después en posición de Diamante. Y respirar con los brazos en extensión al cielo.
Posteriormente descansamos sobre la espalda. Los piés en el suelo y plegarermos repetidas veces las piernas hacia el vientre, mientras sale el aire. Si observamos que la tripa se ha ablandado no tenemos más que descansar en posición de Relajación Profunda Consciente.
Que no cunda el pánico. Acción directa, cariñosa pero firme hacia a el síntoma. Y sobre todo estar muy conscientes del momento en el que empieza a percibirse, para que no sea muy intenso.