YOGA EN BILBAO -YOGA URBANO


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Existe el Yoga campestre, tipo ashram, con retiros vacacionales, y el Yoga urbano, de gabinete , centro multiuso etc...Curiosamente, aunque el Yoga originalmente se inicia en ese tipo de escuelas de retiro espiritual, la mayoría de los centros están ubicados en el fragor de la ciudad, imbricados con la polución, el ruído, los trasiegos de los autobuses. las salidas intempestuosas de los centros de trabajo y un sinfín de "aberraciones" para la paz del espíritu. Nada que ver con la piscina jalonada de árboles centenarios, paseos meditativos por el bosque, arrullo de fauna local, amaneceres contemplativos, atardeceres contemplativos. Comidas comunitarias mayormente vegetarianas y una sensación de soledad benéfica entremezclada con el anhelo comunal de desconectar, (de aquello que nos machaca) para conectar (con aquello que nos beneficia, especialmente con nosotros mismos).

Los que no se atreven a dar el salto mortal y se lanzan definitivamente a vivir su propio yo en un retiro perpetuo, buscan un lugar, cercano, de fácil acceso, que puedan asimilar a sus quehaceres cotidianos con una asiduidad concreta, pero disciplinada y que les permita sentir que su ser puede armonizarse a través de una serie de experiencias ,que como una terapia consciente,les devuelva la visión de sí mismos y la salud del cuerpo y del alma.

Miguel y yo, Rosa, somos maestros de Yoga. Porque eso es lo que somos, por el mero hecho de enseñar a unas personas, que acuden a nosotros y toman voluntariamente el estatus de alumnos. Desde ese momento, ambos, ellos y nosotros somos yoguis, es decir, personas que practican el Yoga. NO CONFUNDIR MAESTRO CON GURU. La palabra monitor, entrenador o profesor es muy utilizada pero nos hemos permitido llamarnos maestros, porque es una expresión que define, la labor de un enseñante, como los maestros de las escuelas de antaño. Es curioso, en las escuelas públicas se hablaba de "maestro o maestra nacional". y sin embargo en los colegios de pago, siempre eran señoritas, o profesoras y las universidades o academias siempre profesores Don Fulano o Doña. Así que lo de maestro quedaba como de pueblo...ya que éstos, parecían enseñantes de segunda categoría. Bueno pues. Como me encanta la idea de una persona cercana, dedicada, que conoce íntimamente a cada alumno, que no tiene prejuicios enseñando, y que despliega sus conocimientos sin programa, sino construyendo su clase de forma artesana, para mí, toda persona que enseñe lo que sea a los demás de esa manera, será denominada , maestro, con minúsculas, para que no se confunda con otros personajes de la vida espiritual del ser humano.

LA ENTREVISTA


Cuando alguien contacta con nosotros, con deseo de participar en las clases, les invitamos a mantener una entrevista. Y nos explican sus necesidades o su estado vital. Cada ser es un mundo. Todos te hablan sobre sí mismos, y se perciben muchos efluvios, difíciles de matizar. Trás lo concreto está lo subjetivo. Y a veces trás rodeos sobre algo abstracto, como son sentimientos o síntomas, se esconde algo más concreto. Pero no penseís que se desnudan ante el entrevistador. Yo más bien pienso que se "visten". Muestran su ser de tal manera que tú les aconsejes sobre lo que te han de mostrar, y les hagas sentir confianza ante el paso que van a dar. Eso está bien. LA BASE DE LA BUENA RELACION ENTRE UN MAESTRO Y ALUMNO ES LA CONFIANZA.

El futuro "yogui urbano", que no tiene la expectativa añadida de todas las delicias del yoga campestre, apenas puede creer que en su entorno habitual pueda encontrar un alivio para lo que todos consideramos como ¨lo nuestro". Ya sea ese, nuestro o suyo, fatiga mental, angustia vital, dolores de todo tipo, soledad vital, dudas hacia sí mismo, pérdidas afectivas , pérdidas de seres queridos, dolor del alma, aburrimiento (es una forma de pérdida), convalecencias de todo tipo, agotamiento psicológico, y muchas veces una mera y sana curiosidad que puede esconder un tibio sentimiento de alguna de las anteriores cosas mencionadas.

Y una vez enrolados, ¿Con qué disfrutan más?. ¿Respiraciones?. ¿Estiramientos?. ¿Meditación?. ¿Relajación?. ¿Les va el Yoga tranquilo o movidito?. ¿Asanas encadenadas (lo que llaman "Flowing Yoga" ), o asanas (posturas) largas, largas... ?Luego está que si el Yoga hindú, con sus innumerables escuelas. Que si el Yoga chino,(Tai-chi, Chi-kung,Tao). Las técnicas de relajación y de autoterapia, las combinaciones de técnicas psicología-yoga, más la musicoterapia incluída, los mantras o uso del sonido emitido por uno mismo para crear estado de sensibilidad y conciencia. Y por otro lado, como se encuentran más a gusto? ¿Ambiente educativo distendido o autoritario? Cercano y personal, es decir individualizado, o impersonal (cada uno a su aire sin que nadie les corrija o hable)? NO HAY UNANIMIDAD.Todas las personas, desde su corazón contestarían, "Es que yo lo quiero es que me venga bien para "lo mío". ¡Y están en su derecho!. pero como no podemos satisfacer a todos personalmente, llegamos a un acuerdo. "Bueno... nosotros sabemos de lo tuyo. Nos damos por enterados y te atenderemos personalmente, pero escucha, TU TRABAJO CONCIERNE A TODOS. Te ayudarás a tí mismo y al buen llevar de la clase, trabajando con el grupo, con discrección y en silencio. Harás lo que puedas, sin quejas vanas, porque todos se van acoplando poco a poco. Maestro a alumnos y viceversa. Pero el resultado depende más de tí que de mí. YO SOY EL CAMINO PERO TUS PIÉS TE LLEVAN O NO.

LA EXPERIENCIA COMO MAESTRA


ESTO ES COMO UN LENGUAJE. Se aprende utilizando la experiencia, que se forma por conceptos, sensaciones, sentimientos, respuestas corporales orgánicas, musculares y nerviosas. Y así aprendemos a movernos y comunicarnos. Y luego cada uno es un mundo singular. La manera de existir en lo cotidiano no debería de ser tan distinta a la de la clase, salvo en el ritual de la postura, de la misma forma que cuando uno va al cine, se queda quieto en la butaca. Aprendiendo el ritual de la clase de Yoga, uno comienza a distinguir los distintos rituales cotidianos. Cómo se acomoda uno en el lugar del trabajo. O se espera en la consulta del médico, o en la cola del super. Cómo se siente el sol y la lluvia. El frío o el calor. Cómo caminas si llueve o nieva. Si estás triste o alegre. Cómo conduces largas horas en el coche, cómo respiras en todos estos momentos. Desde cuando te duchas, hasta cuando te adormeces al acostarte. Desde cuando te arrebatas haciendo el amor, o sintiendo una oleada de ira abriéndose camino hacia la garganta. De repente te das cuenta de cuales son tus pensamientos y qué carga emocional conllevan. APRENDES Y EXPERIMENTAS LA AVENTURA DE LA CONSCIENCIA. En tu casa, en tu ciudad. En tu espacio habitual, y con tus cosas cotidianas.

ESO ES EL YOGA URBANO. No es vacacional. No tiene premisas de cambios de ambiente. No tiene desconexiones espacio-temporales. No quiere catapultarnos hacia placeres terapéuticos de los que tarde o temprano tendremos que regresar. NO HAY RUPTURA CON LO COTIDIANO sino una inmersión en la auténtica capacidad del cuerpo, que es mente y espíritu, para armonizarse y curarse las heridas, obteniendo lo mejor de sí mismo y de la vida, en el plano intelectual, emocional, corporal-material y sexual-creativo.

ROSA Y MIGUEL - Bilbao 2005

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