HACIA EL “SILENCIO INTERIOR”





Behind a Rosew
(© Copyright Rosa Cobos 2013 - Todos los derechos reservados))



El Silencio Interior siente con todo el cuerpo. Se percibe cuando nos damos cuenta de lo que nos mueve al ruido y se hace palpable no adormeciendo los sentidos, sino haciéndolos mucho más agudos. Buscarlo con angustia es querer luchar contra la Naturaleza del Alma, que se muestra charlatana, farragosa, llena de contrasentidos y de deseos reprimidos , porque los deseos que no se cumplen por regla general, se dejan pasar o se reprimen,

Todos los que son llamados a la práctica de la Meditación, e incluso de la Oración, son aconsejados para que busquen lugares donde el ruido ambiental sea mínimo...y donde quizás puedan percibir aquello que llamamos "Sonidos de la Naturaleza", tan agotados estamos de lo que llamamos sonidos artificiales. Pero. no existen los sonidos artificiales. Todos son naturales. Los coches, los aviones, radios, megáfonos...nada eso proviene de un entorno no natural. Es natural pero....ahí están las pegas. Cuando el nivel, la abundancia o el desagrado cunden, sentimos fatiga. .Fatiga ambiental. Pero es que también puede ser producida por la voz humana....y en especial, y muy subrepticiamente de las "voces que. nos hablan desde dentro de la cabeza"

Por lo tanto, cuando estamos hablando de Silencio Interior, estamos pensando en aquello que constantemente nos habla desde dentro, y que curiosamente da forma a lo que llamamos y sentimos cómo el "ego".

Todos los que hayan visto la maravillosa película, "Historia de una Monja" sabrán qué queremos decir, cuando la Hermana Lucas, lucha desde el primer segundo de su vida conventual, contra lo que es su alma aparece cómo un deseo irrefrenable de realización, y que labora en contra de la
Santa Regla de la comunidad, cuya máxima meta es conseguir fusionar el corazón y la mente con "El Gran Silencio".

Buscando en toda suerte de comunidades espirituales, nos encontramos que casi por norma, el Gran Silencio constituye la esencia de una especie de limpieza espiritual....y para mí, a la larga, un embeleco, que puede llegar a confundir y sobre todo a aislarnos de la realidad profunda del Alma....tanto de la nuestra cómo de las demás. La prueba la encontramos en la misma película, cuando la Hermana Lucas decide ser sincera con su Alma y abandona el convento, llena de sufrimiento, y sin una mirada de amor o de aliento de la propia Superiora, o de las reglas en la comunidad, que transmiten su frustración por haber perdido una "oveja" antes que atender al alma de la "hermana". Siempre me he quedado con el deseo de que a historia continúe, pero admito que la esencia es la lucha de la monja por encontrar el Silencio en una alma cargada de Vida, cuando en realidad, lo encontró en el instante que se sometió a la fuerza de su Alma, antes que al delirio de grandeza de su "espíritu”..Fuera de esa lucha, la línea argumental entraría dentro de lo cotidiano...y allí solamente ella es la que se baña en su diaria presencia,



REGLA DE ORO BÁSICA. SABER ESCUCHAR


Fácil decirlo...difícil hacerlo.

Pero empecemos por pronunciar la palabra, Silencio y dejemos que el deseo que suscita entre de lleno en una consciencia diferente.

No tienes que buscar un sitio especial, pero si donde te encuentras no es agradable para los sentidos, puedes moverte libremente.

No tienes que sentarte de una manera especial, pero a la larga apreciarás que colocarse sentado con la espalda y la nuca dirigida hacia el cielo, ayuda muchísimo a centrar la atención en nuestro ser.

No tienes que encontrar algo especial fuera o dentro de ti, pero te darás cuenta de que cuando buscas el hilo del movimiento físico de la respiración, él mismo te dirige hacia el "núcleo o motor" de la misma, que generalmente es en el vientre y diafragma cuando la respiración funciona de forma correcta.

Podemos eliminar entonces esa expresión disciplinada y "disciplinaria" del "debes", para entrar en otra muy diferente que es "estaría bien". Y una vez que nos encontramos hablando dentro de nosotros mismos y diciéndonos..."estaría bien sentir Silencio", nada ni nadie se interpondrá, ya que el deseo es necesidad muchas veces, y el Alma y el cuerpo se realizan a través de ellos, porque siempre andamos hambrientos de comida, de amor, de seguridad, de espacio acogedor y sobre todo de Vida.




REALIDAD VERSUS IDEAL


Vamos a tratar de asumir el sentido popular las dos palabras. " Realidad " es lo que es....sin más aderezos. Lo que tenemos delante y que interpretamos cómo es posible para nuestra mente. "Ideal" es una imagen creada, considerablemente mejorada o por lo menos diferente y que nos hace perseguir una transformación de la Vida. No lo tenemos delante, porque generalmente el "ideal" se emplaza en el futuro. No está aquí, pero desarrolla una proyección llena de "imaginación" acerca de lo que "será".

Sigamos atentamente este discurso. ¿Es el "Silencio" un "ideal"?
¿Aspiramos a través de un refinamiento de los sentidos en que se convierta en "realidad"?


¿CUANDO SENTIMOS QUE ESTAMOS PERCIBIENDO EL SILENCIO DE VERDAD?
¿Cuando nos encontremos tranquilos?
¿Cuando dejemos de luchar contra los deseos?
¿Cuando nos aislemos de los ruidos "mundanales"?
¿Cuando nos importe todo un "rábano"?
¿Cuando no nos de miedo la soledad o la oscuridad.?
¿Cuando dejemos de pensar en la muerte?
¿Cuando nos "anestesiemos" emocionalmente.?
¿Cuando nos libremos del constante "complejo de culpa"?
¿Cuando no duela el cuerpo o el alma?
¿Cuando no necesitemos , ya, ni reír o llorar?
¿Cuando seamos " cómo los lirios del campo que no se preocupan del vestido y siempre están hermosos?

Vamos a empezar a "practicar" para que de una forma natural seamos capaces de darnos cuenta de lo que significa "sentir el Silencio"



LA PRÁCTICA


Cómo todo aquello que va a ser organizado por una función del cerebro y que necesita "adiestramiento" , está demostrado que es muy importante establecer una asiduidad y sobre todo una sencilla "rutina". Es el tiempo de dedicación para el entrenamiento de lo que hablamos y no de practicar con un espíritu "rutinario".

Lo importante no es poner a prueba nuestra paciencia, tensando la voluntad, sino ir hacia ello, con un deseo lleno de afecto y necesidad natural, cómo el que siente sed y se place con unos sorbos de agua. Por lo tanto es bueno "buscar" unos minutos de nuestra ajetreada vida, para poder sentarse a desarrollar la capacidad del Silencio. Y dar a esos minutos todo el respeto que se merece.

Una vez en tu sitio, se recomienda mantener la espalda derecha, y los pies bien posados en el suelo. Pero si te place buscar el Silencio en el parque de tu vecindad lo puedes hacer también, aunque el ruido externo sea más intenso. Sino has desarrollado la capacidad de sentir el cuerpo respirando, puedes cerrar los ojos. No se trata de aislarte sensorialmente, sino de calmar la vista y agudizar el sentido del oído. Y realmente, ahora, lo que hay que hacer es "escuchar". Escucha el entorno, discierne los sonidos, y trata de no catalogarlos o dejar que te lleven a construir una. historia. Ejemplo. Nos sentamos en la sala de casa y escuchamos el sonido de una sirena. En seguida nos ponemos a elucubrar si es de los bomberos de la. policía o una ambulancia. Es posible que lo pensemos, pero de inmediato, dejamos que se aleje tanto el sonido, cómo lo pensado. No nos olvidemos que los los pensamientos suenan en el interior de la cabeza, de una forma poderosa.

Cuando se practica esta escucha sin comentarios internos, nos vamos alejando de la compulsión del cerebro para reaccionar verbalmente, y llegado un punto percibiremos que ya no sucede algo cómo que lo "exterior" está entrando en lo "interior", sino que de repente no hay diferencia. Seguro que en ese punto, el cuerpo se hará mucho más sensible al volumen, al peso, al movimiento que genera, la Vida, y, especialmente, el movimiento de la respiración.



CUERPO EN CALMA, RECURSOS DE ENERGÍA.


Las personas que sienten curiosidad por las técnicas de Relajación y leen sobre el Yoga, manifiestan una atracción por la palabra "control", ya que les ofrece una imagen de algo fuerte, destinado a tensar la "debilidad" de la disipación mental habitual. Esa palabra no expresa realmente la realidad de la "Consciencia Directa" que es la base de toda técnica de disciplinas de Yoga, No queremos controlar, la respiración, ni mucho menos la mente, sino ser conscientes de lo que ocurre y "dirigir" los procesos de una forma voluntaria. En el caso de Silencio Interior, es precisamente la ausencia de "esfuerzo". La ausencia de "tensión" por conseguir algo, lo que pavimenta el camino hacia ese Silencio, y no lo contrario.

Un cuerpo calmado, sea, tumbado, sentado e incluso en pie, dispone de un enorme caudal de energía, que no se la roba la tensión innecesaria. Por lo tanto, descubrimos que practicar para entrar el Silencio Interior, nos garantiza un nivel de energía de todas las funciones del Ser.

Si ya hemos conseguido calmar el cuerpo aflojando las partes que conservan una tensión innecesaria para el momento, y además hemos conseguido que nuestra mente pensante reduzca su natural y compulsiva manera de accionar. con cualquier sonido, no tenemos más que hacer que dejarnos llevar por esa agradable percepción, para pasar a la otra fase, "Escuchar los Pensamiento".


ESCUCHAR LOS PENSAMIENTOS


Los pensamientos se crear de forma automática, y de forma elaborada por una idea, o imagen, Los de forma automática pululan en nuestra mente pegados a los recuerdos de las experiencias y a los recuerdos verbales de la enseñanza. Los de forma elaborada, son los que creemos manejar porque responden a una idea que estamos trabajando. Ahora mismo, mientras escribo, estoy elaborando mis pensamiento de aprendizaje, para poder crear algo nuevo y diferente . La "imagen o idea" nació en el instante que la escuché en la cabeza cómo una frase así "¡ Creo que voy a escribir un artículo sobre el Silencio Interior"! Y lo mismo podría pasar si de repente nos ponemos a "planear" nuestras futuras vacaciones o comenzamos a buscar precios para comprar una tele de plasma. Cambia la calidad del pensamiento pero no la forma de usar la mente para desarrollarlo.

Pero si encontramos que cuando estamos en otro momento, por ejemplo cuando nos disponemos a dormir, nuestra mente se ocupa de esos pensamientos, y no los podemos controlar porque ya son automáticos, comenzarán a perturbar nuestra Alma . Pero eso es algo que sucede en el aspecto práctico y cotidiano. Escribir un artículo es mi trabajo. Planear las compras es el trabajo de una cocinera. Revisar los pedidos es el trabajo de un comerciante. Lo cotidiano tiene una dinámica de demandar energía que es terrible. Cuando nos somete, entramos en una fase nada recomendable llamada, "incapacidad para desconectar". Lo que sucede cuando no permitimos o podemos permitir que la mente desconecte, de ciertas cosas es que el cerebro está diseñado para protegernos. Muchas veces, la sensación de miedo, es recibida cómo una señal, para seguir haciendo que insistamos en ciertas cosas, sin que medie una necesidad apremiante. Y no podemos escuchar los pensamientos que primeramente han generado tal miedo. O bien, aceptar ese miedo de una forma tranquila, aunque suene paradójico.

Debajo del pensamiento cotidiano, se mueve un río incesante de pensamientos que forman parte de la expresión de nuestra Alma. No solamente tienen relación con lo pasado, sino la mayor parte de las veces, con la "interpretación" constante de eso que hemos vivido.

Re-cordar, quiere decir "volver a trenzar, volver a acordonar" y en su debida acepción, colocar de nuevo el corazón en las cosas. Los recuerdos vienen....luego nos anclamos en ellos....y nos contamos historias, que incluso las relatamos a los demás, Otras veces , la mayor parte de ellas, esas historias viven su. propia energía, cómo si dentro existiera un ser "enajenado" a nuestra voluntad, y que además, persiste en hacernos creer que eso que hay detrás "somos nosotros" . Pero en la realidad, cuando uno se sienta a sentir y comprender ese Silencio, entra de verdad en la esencia de lo que se es, y que curiosamente se asemeja mucho a una fase genial de nuestro desarrollo cerebral cuando éramos apenas unos bebés.¿ Ha contemplado alguien alguna ve un bebé de unos ocho meses, sentado en el suelo, con las piernas medio cruzadas, y le columna perfectamente alineada con el cielo, de que forma tan intensa, inteligente y silenciosa manipula unos bloques de madera con sus manos?

No pretendemos ser bebés de nuevo, sino tratar de captar la energía especial que los bebés tienen y que les permiten que su cerebro pueda asimilar lo que experimentan, sin necesidad de colapso, crisis nerviosa o insomnio. De hecho, los niños pequeños necesitan muchas más horas de dormir que los adultos .¿ No será que debido a un aprendizaje tan bestial, necesitan acomodar sus conexiones neuronales de una forma regulada y tranquila? Seguimos aprendiendo y ahora aprendemos a "des-aprender", para que el cerebro vuelva a re-producir ese estado de Silencio y Calma tan necesario para "seguir aprendiendo"



REGLAS DE ORO DEL SILENCIO INTERIOR (Práctica)


Si hemos decidido comenzar a buscar el móvil que nos lleva hacia el Silencio, podemos seguir, o al menos investigar en la importancia de estas Reglas de Oro.

- Desear el Silencio no nos hace entrar en el. Es importante utilizar el deseo para transformarlo en experiencia directa.
- El Silencio no está fuera de nosotros. No es algo a "conseguir", sino a encontrar dentro de nuestro Ser.
- Para iniciarse en el Silencio Interior, es necesario centrarse de verdad en el "ruido" y no querer huir del mismo sino aprender a transcenderlo.
- La quietud es básica para poder escuchar. Afinar los sentidos, y no hay que olvidarse que estamos hablando de ellos.
- El Silencio Interior no es simplemente la calma física o psicológica. Es un nivel más profundo de experiencia.
- La calma física, nos condiciona para poder escuchar el Alma a través de los sentidos y de la mente pensante.
- Es mejor disciplinarse en una asiduidad e invertir un poquito de tiempo, que no hacerlo de cuando en cuando estando demasiado en ello.
- Cuando nos disponemos a encontrar el Silencio, no estamos realmente "haciendo una Meditación", sino que el Silencio constituye el fondo último de la misma.
- No construir expectativas ilusorias acerca del Silencio. No es un estado alterado de consciencia sino un Estado presente de Consciencia.
- No hay una meta, ni un camino, porque la experiencia es el camino y la meta se va moviendo con el mismo.
- Respetar nuestra disciplina, y exigir que los demás lo hagan. Sin rigidez pero con firmeza.
- La tensión no añade virtud. Pero mantener la ecuanimidad cuando existe añade fortaleza y templanza.
- No juzgar lo que aparece en la mente. Permitir que la respiración se lo lleve sin dañarlo, pero alejándolo hacia otra parte.
- Procurar una buena postura y un ambiente agradable, pero nos creamos que eso lo es todo. Lo más básico es la actitud.
- No te vanagloriarse de conseguir nada. El mismo Silencio es discreto con sus sensaciones otorgadas. Mejor una "lluvia fina" de Consciencia Directa, humilde y persistente.
- Respetar nuestros "ruidos" y aceptar nuestro Ser, sin acritud hacia lo que rompe nuestra "imagen egocéntrica"

Rosa Cobos - Bilbao 11-9-13



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